No es una cara nueva para nuestra presencia escolapia de La Romana; pero ahora lo tendremos por un tiempo más largo entre nosotros. El P. Benito Forcano ve cumplida su ilusión de servir entre nuestra buena gente.
El padre comenzó a venir a finales de los años noventa cuando el ciclón Georges devastó la ciudad. En ese momento estaba destinado en el Colegio escolapio de Ponce. Inició allá la fundación Calasanz Caminante y ayudó económicamente en la formación de maestros y becas para los niños de las escuelas. Después fue destinado nuevamente a su Provincia de origen: Peralta, Zaragoza y el último año en el colegio de Bilbao.
¡Bienvenido sea padre Benito a nuestra Provincia! Que Dios le dé salud y entusiasmo para seguir sirviendo a Cristo en los más pequeños.
En nombre de la comunidad parroquial San Eduardo, le damos la bienvenida.
Divino Niño [perteneciente a la Comunidad “Nuestra Señora de las Escuelas Pías”], ya lo ha recibido en su capilla, y le da una cordial bienvenida. Esperamos que se sienta acogido.