Escolapios en La Romana

Multiplicando a Calasanz

Una foto para la historia

Los consejos de pastoral de nuestras comunidades parroquiales en La Romana se reunieron durante los días 14 y 15 de noviembre para la programación del año 2014. En el marco del Plan Nacional de Pastoral se escogió la actitud del DIÁLOGO como el eje conductor de todas las actividades. El lema será «Dialogando en la verdad renovemos la sociedad». En la reunión se presentó el nuevo reglamento de funcionamiento de las parroquias y las diez opciones que debe tener una parroquia escolapia. Los equipos terminaron la reunión muy motivados para trabajar en la Iglesia construyendo el Reino de Dios.

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Miembros de los Consejos de Pastoral de nuestras comunidades parroquiales

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Estructura de las parroquias en La Romana animadas por un equipo de presencia que se reúne una vez al mes.

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Nuevo Equipo de Presencia Parroquial

El lunes 5 de agosto se reunió el nuevo equipo de presencia parroquial (EPP) para coordinar el proyecto Pastoral de las parroquias y capillas que los escolapios administramos en La Romana. Cada una de las 4 parroquias tiene dos representantes: el coordinador de pastoral y el de sectores parroquiales. El equipo se reunirá cada primer lunes de mes junto con la comunidad escolapia.

En esta primera reunión repasamos el organigrama de la parroquia y el reglamento de funcionamiento del Consejo de Pastoral de cada parroquia y de las diferentes comisiones pastorales . Asimismo se dialogó sobre la situación de las casas misión, de las pastoral familiar y de la catequesis de iniciación.

El equipo es un ejemplo de la participación que deben tener los laicos en la misión de la Iglesia. Dios bendiga la disponibilidad y el compromiso de tantos hermanos para que el mensaje del evangelio llegue  a todos los rincones.

equipo misión

1ª linea: Leopoldo, Alejandro, Javier, Iris, Domingo
2ª linea: Chuta, Domngo, Cadi, Nelson, Enrique, Francisco, Miguel, Martina.

 

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Carta de octubre

“Persevera en lo que aprendiste y creíste”. ( 2 Tim 3,14)

Dios le dijo a su siervo: «Cada día empuja con todas tus fuerzas la gran roca que está junto a la puerta de tu cabaña».

El hombre perseveraba fielmente en lo que el Señor le pidió. Día tras día, antes de ir a sus trabajos, el hombre empujaba la gran piedra con todas sus fuerzas…  pero esta no se movía.

Después de muchos años el siervo de Dios aún perseveraba obediente, pero comenzó a sentirse frustrado, pues la roca no se había movido un milímetro. Finalmente le dijo al Señor: «Ya estoy viejo y cada día he empujado la roca, pero esta no se ha movido ¿Por qué he fracasado

El Señor le respondió con profundo amor: «Querido hijo, cuando te pedí que empujaras la roca no era con el fin de que esta se moviera. Quise más bien enseñarte a dominar tu cuerpo, a fortalecer tu alma por medio de la disciplina, a conocer tus fortalezas y tus límites. Empujando la roca con perseverancia has aprendido a vencer la tentación del demonio que te decía que era inútil y has fortalecido tu fe. Además, Yo sabía que tus enemigos eran fuertes y vendrían contra ti. Por eso quise que ejercitaras tu cuerpo. Gracias a tu perseverancia, empujando la piedra cada día, desarrollaste una gran fortaleza física y tus enemigos no han podido contra ti. Ahora eres fuerte espiritual y físicamente. Has vencido al demonio y a tus enemigos de la tierra. ¿Crees que fracasaste? Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era solo ser obediente y empujar para que yo cumpla en ti mis designios. Lo has conseguido. Ahora, querido hijo, Yo moveré la roca».

A la gente de hoy (jóvenes y adultos) nos cuesta mucho permanecer y ser constantes en nuestros compromisos. Por ello buscamos cosas siempre nuevas, vamos de “iglesia en iglesia” buscando no sé qué. Nada se acomoda a nuestras aspiraciones. Nada termina por satisfacernos. Huimos de toda responsabilidad.

Recuerden en el libro de los Hechos cómo nos narra que los primeros cristianos “eran constantes y perseverantes en la oración, la fracción del pan, las limosnas y la comunión”. (Act 2)

Para nosotros, esta actitud de perseverancia se puede traducir en pequeñas acciones: asistir a misa los domingos, orar al día al menos diez minutos, participar en tu grupo o comunidad de la parroquia, comprometerte en algún servicio comunitario, asistir a cursos de formación, visitar a tus vecinos enfermos….

Sólo si tenemos esta constancia, al final veremos fortalecida nuestra fe aunque  parezca que nuestros esfuerzos no tengan unos frutos visibles en nuestra vida.

Dios te ha enseñado su camino. ¡OBEDECELE Y PERSEVERA!
Cuando todo parezca ir mal… ¡OBEDECELE Y PERSEVERA!
Cuando parece que no tiene sentido… ¡OBEDECELE Y PERSEVERA!
Cuando estés agotado por el trabajo…  ¡OBEDECELE Y PERSEVERA!
Cuando la gente simplemente no comprende tu fidelidad a Dios.. ¡OBEDECELE Y PERSEVERA!

CARTA DE OCTUBRE

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Carta de septiembre

“Examínenlo todo y quédense con lo bueno”.(1 Tes 5,21)

Podemos encontrar diversas traducciones de una  llamada que hace el apóstol Pablo en la carta a los Tesalonicenses: “Disciernan todo, quédense con lo bueno”: Disciernan, examinen, sometan a juicio, juzguen, pongan a prueba… Y es que la capacidad de discernir no se improvisa sino que se va adquiriendo con la ayuda de Dios, el tiempo y una buena educación.

Nuestra identidad personal se va construyendo a través de las pequeñas o grandes decisiones que toman otros sobre nosotros y aquellas que tomamos libremente.

Desde que un niño nace, los padres deciden lo que consideran mejor para él. Deciden qué ropa ponerle, qué alimentos darle, qué temas tratar con él, que juguetes comprarle y a qué escuela inscribirlo. A través de estas decisiones, van construyendo un carácter propio con una serie de principios morales, de actitudes y hábitos específicos.

Cuando ya el niño adquiere autonomía con la edad, va tomando sus propias decisiones sobre la base de crianza que ha recibido en su familia, en la escuela y en la iglesia. Si la educación ha sido buena, tomará decisiones acertadas sobre su vida porque ya tienen experiencia sobre lo que es “lo bueno”. Si por el contrario, la primera educación ha sido deficiente, su capacidad de discernir lo bueno se hace más difícil.

Decía San José de Calasanz que la “felicidad del hombre depende de una buena educación en la Piedad y las Letras”.

Así pues, les animo a que atiendan bien a los niños dándoles lo mejor. Transmítales un profundo y sincero amor a Dios y a la Iglesia y junto a ello, ayúdenles a que sean bien instruidos y educados. Como buenos padres, procuren ser buenos aliados de los educadores de sus hijos y juntos trabajen para construir un mundo mejor.

Ahora en septiembre celebramos el “mes de la Biblia”, un libro inspirado por Dios con una gran sabiduría que nos ilumina para que podamos decidir bien y orientar nuestra vida para ser más felices.

Hay dos actividades que todos debemos apoyar en este mes de septiembre: el Festival de la Biblia en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y la Caminata Bíblica que tendremos el domingo 30.

CARTAS DE SEPTIEMBRE

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